Ya seas un principiante o un escalador experimentado, la elección de tus pies de gato es crucial para optimizar tu rendimiento y asegurar tu comodidad. Pero con tantos modelos en el mercado, ¿cómo tomar la decisión correcta? Esta guía te ayudará a entender los diferentes criterios a tener en cuenta para encontrar el par de pies de gato ideal. Déjate guiar por nosotros y lo resolveremos juntos.
Los pies de gato vienen en varios tipos, cada uno adaptado a un estilo de escalada particular:
Pies de gato planos
Perfectos para principiantes, pero no solo para ellos. Ofrecen una comodidad óptima y son ideales para sesiones largas o vías largas. Su forma neutra permite una buena versatilidad. Aunque se suelen resumir como "para principiantes", esto no es del todo cierto, especialmente cuando hablamos de vías largas, donde su baja curvatura los hace soportables durante ascensiones prolongadas.
Pies de gato curvados (agresivos)
Estos zapatos suelen ser elegidos por escaladores avanzados, pero una vez más... no exclusivamente. La forma curvada favorece una mejor transmisión de la fuerza a los agarres pequeños, especialmente útil en escalada deportiva y búlder.
Sin embargo, no es raro ver a personas usarlos demasiado pronto, antes de desarrollar la técnica adecuada de colocación de pies. El resultado es un uso contraproducente, ya que estas personas no aprovecharán todo el potencial de los zapatos, probablemente terminarán sus sesiones antes debido al dolor (especialmente si eligen un tamaño demasiado pequeño) y desgastarán los zapatos prematuramente (y su precio no es precisamente bajo).
Pies de gato intermedios
Ofrecen un compromiso entre comodidad y rendimiento, y son adecuados para escaladores de nivel intermedio que buscan progresar en rutas más técnicas. Estos son los pies de gato cuya curvatura y precisión de la punta se sitúan entre las dos primeras categorías. Es probablemente la categoría que debería convenir a la mayoría, incluso entre los escaladores experimentados.
El tamaño de tus pies de gato es un factor determinante tanto para tu comodidad como para tu rendimiento. Aquí algunos consejos para elegir bien:
Pruébalos al final del día
Tus pies tienden a hincharse a lo largo del día. Probarte los pies de gato al final del día te ayudará a evitar elegir una talla demasiado pequeña. Más que la hora, como te habrás dado cuenta, lo importante es la hinchazón de tus pies.
Un ajuste ajustado pero cómodo
Tus dedos deben tocar la punta del zapato sin estar dolorosamente comprimidos. La idea es encontrar un equilibrio entre un ajuste apretado para la precisión y un cierto grado de comodidad para evitar dolores prolongados. ¡Este es probablemente el punto más debatido! Para ser claros: un pie de gato no será cómodo; si lo es, probablemente estés usando chanclas junto a la piscina. Pero no hay que exagerar. Para los principiantes, al igual que muchos deciden hacer la transición a pies de gato de experto demasiado pronto, estas personas optan por pies de gato extremadamente pequeños. Así que un consejo: reduce la talla gradualmente y comprende que no es la talla más pequeña la que te hará escalar mejor. Eventualmente, puede hacer que te desanimes.
Considera la elasticidad del material
Los pies de gato de cuero natural se estiran más con el tiempo, mientras que los de materiales sintéticos mantienen mejor su forma. Ten esto en cuenta al elegir la talla. Y ten cuidado, esto es más fácil de decir que de hacer. Especialmente porque la mezcla de materiales en los nuevos pies de gato hace que sea más complicado juzgar esto y solo te darás cuenta de la elasticidad real con el uso. Ten cuidado de no elegir pies de gato demasiado ajustados esperando que se estiren, porque esto puede que no ocurra o no lo suficiente.
En este punto, estamos ante un tema secundario, aunque no insignificante, que depende mucho del gusto de cada uno. El sistema de cierre de tus pies de gato influye tanto en la comodidad como en la facilidad de uso:
Cordones
Ofrecen un ajuste preciso y son ideales para escaladores que quieren personalizar el ajuste según sus necesidades.
Velcro
Práctico para sesiones de búlder donde te quitas y pones los zapatos con frecuencia. Son rápidos de poner y ajustar.
Slippers
Muy flexibles y ligeros, son perfectos para escaladores que buscan una gran sensibilidad. Sin embargo, pueden carecer de soporte para vías largas.
Los materiales utilizados para la suela y la parte superior del zapato influyen en gran medida en la sensación de escalada:
Suela rígida
Proporciona un excelente soporte en pequeños agarres, ideal para principiantes o vías largas.
Suela blanda
Ofrece una mejor sensibilidad, permitiendo a los escaladores experimentados sentir mejor los agarres bajo sus pies. Sin embargo, requieren una mejor técnica de colocación de pies.
Materiales de la parte superior
El cuero es más transpirable y se adapta a la forma del pie con el tiempo, mientras que los materiales sintéticos son más duraderos y mantienen mejor su forma.
Finalmente, la elección de los pies de gato debe reflejar tu estilo de escalada (no es el zapato el que hace al escalador, sino al revés):
Escalada deportiva
Elige pies de gato curvados con buen agarre para enfrentar rutas técnicas.
Búlder
Opta por pies de gato blandos con gran sensibilidad para sentir las micro-presas. Pero esta flexibilidad debe buscarse con el tiempo, ya que es más exigente físicamente, requiere más técnica para ser explotada y, sobre todo, te llevará a pies de gato que suelen ser menos duraderos.
Vías largas
Prefiere pies de gato cómodos, planos o ligeramente curvados, con buena rigidez para apoyar tus pies durante largos períodos.
El mejor pie de gato es aquel que te hace sentir más cómodo en la pared. No dudes en probar diferentes modelos y tallas para encontrar el zapato perfecto. Obviamente, tomará tiempo (porque no comprarás un par cada mes. ¿Verdad? ¡No lo harás!), pero considera este tiempo como un largo recorrido durante el cual podrás concentrarte en otros aspectos de la escalada (como la técnica o el físico). Por lo tanto, no es tiempo perdido; de hecho, es un gran aprendizaje. No cambies de pies de gato solo porque tus amigos tienen unos más pequeños, más ajustados, más curvados, más "algo". No subirás tres niveles solo con un par de goma. Y, sobre todo, confía en tus sensaciones: un buen pie de gato debe permitirte escalar con confianza mientras respeta tus pies.